Coincidieron en que la medida, aunque fuera transitoria, tendría "un impacto muy negativo" en la actividad. Y señalaron que puede "profundizar la crisis en un sector que genera más de 46.000 puestos de trabajo directos".
Las cámaras de la industria pesquera manifestaron este martes su preocupación ante la posibilidad de que los productos de la pesca queden alcanzados por el 15% de los derechos de exportación.
En un comunicado conjunto, las cámaras de Armadores Pesqueros y Congeladores (Capeca), Armadores Poteros (CAPA), la Industria Pesquera Argentina (Caipa), Armadores de Buques Pesqueros de Altura, la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, la Unión de Intereses Pesqueros Argentinos (Udipa), la Cámara patagónica de Industrias Pesqueras y el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA) coincidieron en que la medida, aunque fuera transitoria, tendría “un impacto muy negativo sobre la actividad pesquera”.
Según indicaron, “sin dudas la corrección del tipo de cambio, como parte del sinceramiento de varias variables de la economía, es una medida que era necesaria”.
“Si bien el 90% de la producción del sector pesquero se exporta, los costos están altamente dolarizados. La mayoría de las pesquerías tienen en los barcos a sus tripulantes cobrando salarios en la parte de producción (85% de sus salarios) atados al tipo de cambio oficial; esto mismo ocurre con el combustible, los insumos importados como los envases, cartón, repuestos, pertrechos necesarios para pescar, etc. Todos estos componentes son esenciales para la actividad”, explicaron.
Por lo tanto, agregaron, “la imposición de un DEX del 15%, sumado a un incremento del costo de los insumos, no sólo licuará los beneficios de un mejor tipo de cambio, sino que impactarán negativamente en la competitividad internacional de la pesca argentina”. Eso “redundará en menos exportaciones, menos divisas para Argentina y en la consecuente caída en la rentabilidad de las empresas”.
Las cámaras entienden que la situación actual del país requiere tomar medidas drásticas. “Estamos en conocimiento de que el programa a implementar incluye la eliminación de las retenciones como motor del desarrollo. Ninguna medida será perfecta, pero preocupa sobremanera que se puedan tomar medidas que lleven a profundizar la crisis en un sector que genera más de 46.000 puestos de trabajo directos y tiene más de 140 plantas procesadoras y frigoríficos autorizados a exportar a lo largo del país y más de 1000 buques pesqueros”, señalaron.
Enseguida añadieron: “Nos antecede una situación muy compleja y los precios promedios de los productos pesqueros exportados en su conjunto han demostrado un retroceso. Todo esto en sintonía con una baja en las exportaciones industriales y un récord de pedidos de importación que acumuló una deuda comercial de casi 45.000 millones de dólares”.
En el mismo sentido, hicieron notar que “la caída en la demanda internacional, el pago de aranceles en destino, la competencia desleal de una inmensa flota pescando fuera de nuestras 200 millas en condiciones laborales paupérrimas con costos mínimos y mismos mercados” profundizan su situación y las deja “sin competitividad ante productos que, aunque de inferior calidad, terminan ganando el mercado”.